La sequedad en la nariz es un signo clínico contundente en muchos casos de desórdenes metabólicos o neurológicos, también puede presentarse por deshidratación o a cambios drásticos de temperatura. Es necesario descartar las posibles causas que producen esta alteración ya que existen diferentes motivos por los que la trufa de tu perro se reseca. Es recomendable consultar al veterinario y hacer exámenes de laboratorio al menos una vez al año.
Para que la nariz del animal mantenga su humedad característica, ten en cuenta los siguientes #tips:
•Evita que se eche al sol por períodos prolongados.
•Si tiene costumbre de dormir en lugares abiertos, asegúrate de que el lugar tenga espacios sombreados.
•No lo expongas excesivamente al frío o al viento.
•Cuando salgan de paseo, elige un camino que, además de sol, presente sombra.
•Aumenta su provisión de agua y motívalo a tomar de 1 a 2 litros de agua al día, para evitar que se deshidrate.
•Considera que si la nariz de tu perro empieza a agrietarse por la resequedad, puede llegar a sentir dolor, si esta situación se prolonga en el tiempo, puede volverse crónica. A las grietas le seguirán peladuras, e incluso pérdidas de pigmentación. También cuando tienen #fiebre pueden presentar resequedad en la nariz, si sientes el cuerpo y las encías calientes probablemente tenga la temperatura alta, por lo que te aconsejo que verifiques con termómetro.
Recomiendo colocar en el área una hidratación durante varios días con vaselina, aceite de coco o aceite de oliva.
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